¿Te ha pasado que a mitad de mes ya no sabes dónde quedó tu quincena? ¡No manches! No estás solo. Solo el 30% de los mexicanos tiene un presupuesto estructurado, según expertos financieros. El resto vive en modo "Dios proveerá" o "ya veré cómo le hago". Pero tranquilo, hacer un presupuesto no es como preparar chiles en nogada - es mucho más fácil y no necesitas ser un genio de las matemáticas.

1. Identifica todos tus ingresos netos
Primero lo primero, ¿cuánta lana entra a tu bolsillo cada mes? Suma todo:
- Tu salario después de impuestos
- Comisiones o propinas
- Ingresos por rentas o chambitas extra La clave está en considerar solo el dinero que realmente llega a tus manos, no lo que "deberías" ganar en teoría. Tip para freelancers: Si tus ingresos son como montaña rusa, calcula el promedio de los últimos 6 meses. Por ejemplo:
(18,000 + 13,000 + 15,000 + 20,000 + 16,000 + 14,000) ÷ 6 = 16,000 pesos
Este promedio te dará una base más realista para planificar tus gastos sin volverte loco cada mes.
2. Registra y analiza todos tus gastos
Aquí es donde muchos tiran la toalla, pero no te agüites. Por un mes, anota absolutamente TODO lo que gastas. Desde la renta hasta ese taquito de canasta que te echaste en la esquina o el pago de Netflix que ni recuerdas haber autorizado. Usa la tecnología a tu favor:
- Apps para registrar gastos como Fintonic o Mint
- Banca móvil para revisar movimientos diarios
- Una libreta (sí, a la antigüita también funciona) Con esto descubrirás esas "fugas" misteriosas como los servicios de streaming que ya ni usas o las chelas de cada viernes que suman más de lo que pensabas. ¡Sorpresa! Ese "cafecito diario" de 35 pesos se convierte en más de 700 pesos al mes. La CONDUSEF ofrece un planificador gratuito que te guía paso a paso para registrar ingresos y gastos, una herramienta perfecta para principiantes.

3. Clasifica tus gastos en categorías
Ya que tienes el registro, agrupa tus gastos en estas categorías:
- Necesidades (50%): Renta, servicios, transporte, alimentación básica, medicinas
- Deseos (30%): Restaurantes, entretenimiento, ropa nueva, ese cafecito diario
- Ahorro e inversión (20%): Tu guardadito para emergencias o metas futuras Este método 50/30/20 es un clásico, pero puedes ajustarlo según tu realidad. Si vives en la CDMX, tal vez la renta se lleve más del 30% de tu ingreso y tendrás que ajustar otros gastos. Lo importante es que seas honesto contigo mismo sobre qué es necesidad y qué es un gusto.
4. Establece metas financieras claras
Un presupuesto sin metas es como un taco sin salsa - le falta sabor. Define:
- Metas a corto plazo: Pagar deudas de tarjetas, juntar para un viaje el próximo verano
- Metas a mediano plazo: Comprar una moto, cambiar de depa
- Metas a largo plazo: Ahorro para el retiro, invertir en la Bolsa Mexicana de Valores Escríbelas y ponles fecha. Las metas vagas como "ahorrar más" nunca funcionan. En cambio, "ahorrar 15,000 pesos para diciembre" te da un objetivo concreto para trabajar. Como dice el dicho mexicano adaptado: "El que no planea, planea fracasar".
5. Crea tu presupuesto mensual
Ahora sí, arma tu plan con estos elementos:
Categoría | Ejemplo para ingreso de $25,000 |
---|---|
INGRESOS NETOS | $25,000 |
NECESIDADES (50%) | $12,500 |
- Renta | $6,000 |
- Servicios (luz, agua, internet) | $1,500 |
- Despensa | $3,000 |
- Transporte | $2,000 |
DESEOS (30%) | $7,500 |
- Restaurantes/Antojitos | $2,500 |
- Entretenimiento | $1,500 |
- Ropa/Cosas personales | $2,000 |
- Otros gustos | $1,500 |
AHORRO (20%) | $5,000 |
- Fondo de emergencias | $2,500 |
- Inversiones/Metas | $2,500 |
Este ejemplo puedes adaptarlo a tu realidad. Si ganas 15,000 pesos mensuales, simplemente ajusta los porcentajes. Lo importante es que tus gastos nunca superen tus ingresos y siempre apartes algo para el ahorro, aunque sea poco. |
6. Automatiza tus ahorros
No te hagas güey: si esperas a ver "qué te sobra" a fin de mes, nunca ahorrarás. Mejor:
- Abre una cuenta específica para ahorro, preferiblemente una que no cobre comisiones
- Programa transferencias automáticas el mismo día que recibes tu sueldo
- Trata tu ahorro como un gasto obligatorio, como si fuera el pago de la renta Como dice la sabiduría popular financiera: "Págate primero a ti mismo". Un peso ahorrado es un peso que no tendrás que pedir prestado después. Y como bonus, ese dinero que apartas desde el principio ni siquiera lo extrañarás, pues mentalmente ya no contarás con él para tus gastos cotidianos.
Conclusión
Un presupuesto efectivo no es restricción, sino libertad financiera. Es tu GPS para el dinero, no una prisión. Incluso puedes destinar una pequeña cantidad a "gastos locos" para no sentirte tan limitado. Como dice el refrán, "cada peso cuenta, cada ahorro multiplica". Si quieres entender mejor algunos términos financieros que te ayudarán a tomar mejores decisiones, checa nuestro glosario de términos financieros básicos para aclarar cualquier duda. ¿Qué esperas para comenzar? Arma tu presupuesto hoy mismo, tu cartera te lo agradecerá mañana. Y recuerda, un presupuesto bien hecho es el primer paso para comenzar a invertir en instrumentos de renta fija u otras opciones más avanzadas que te ayudarán a hacer crecer tu dinero en lugar de solo gastarlo. ¡Órale, a darle con todo a ese presupuesto! Tu yo del futuro te lo agradecerá.